21 abril 2009

MANTRA

So turn it up and burn it
There's a hole in your head
There's a hole in your head
Where the birds can't sing along

BIG BANG BABY, Stone Temple Pilots


Aquí debajo hay un poema. Ojalá sea leído por muchos. Deseo legítimo que por primera vez tiene poco que ver con la vanidad. Con la imagen del poeta que escribe. Con el oscuro deseo de reconocimiento. Esta vez no. Esta vez tiene que ver con otros ánimos. Otros espíritus. Otros vaivenes electromagnéticos relacionados con la certeza de quien se ha encontrado. De quien ha encontrado finalmente. BASTA DE BÚSQUEDAS. Mejor comenzar la vida de una buena vez. ¿Se entiende este sentirme vivo por primera vez en 27 años como consecuencia de haber encontrado en lugar de esa trampa tortuosa de quien busca y busca sin la intención de llegar a algo en concreto? (encontré un Bello Barrio donde no discriminan a los allanados / porque todos nos hemos hallado, dice el bello músico-poeta Mauricio Redolés (chileno (viva Chile, carajo)) en su bellísimo y tristísimo poema Bello Barrio).

Nunca antes me pasó. Que me conociera. Que me sintiera nacido. El resto de los otros años había una vida que vivía pero de manera latente. Había sospecha de que la vida no podía reducirse a aquello que, vamos, todos detestamos: El condicionamiento. El orden sociocultural impuesto desde otras esferas. La injusticia a todos niveles. El desequilibrio histórico. La necesidad de lucha. De enfundar la espada en aras de causas existencialistas. El fusil en aras de liberación. La hoja en blanco en aras de sentido. La empresa en aras de nuevas y modernas dictaduras. Cada quien tiene sus motivos de defensa. Es decir, cada quien se siente atacado por diferentes (tan diferentes como las vastas cualidades del universo) razones.

“Sin embargo todos somos inocentes”, dice por ahí en algún poema que aún nadie ha escrito. Pero ciertamente el panorama que resulta de toda esta matrix es desolador. Mejor abandonarse. Mejor dejarse programar. Mejor dedicarse a generar riqueza para poder consumir (consumir bienes o consumir ideas, da igual) y posponer el face-to-face con lo real. Con lo demente.

Aunque no siempre es así. En algún momento te llega la opción de elegir otra cosa. Otro método. Otra perspectiva. Algunos le llaman corrección de la mente. Otros Espíritu Santo. Otros Anacentrismo. Otros Contranálisis. Otros Física Cuántica. Otros tomar conciencia. Otros simplemente le llaman amor (¿dónde habita el amor? yo creo que habita en el conocimiento, yo creo que habita en la unidad, en la identidad, en el pecado original también conocido como Big-Bang). Es mi tiempo personal de encuentro. Discúlpenme cuando no me sepa expresar en mejores términos. A veces no es fácil hablar de estos temas. Sobre todo porque evito a toda costa que se confunda con lenguaje new-age, con lenguaje intelectual, con lenguaje religioso, con lenguaje científico. No tiene que ver con todo ello. Aunque ciertamente cualquiera de esas áreas sirve como puerta de entrada.

Ah, Cortázar. Sé que en general no es bien visto referir a Cortázar si no es términos narrativos o filosóficos o de discurso literario pero, viéndolo bien, como escritor llega a ser aburridón, pero como ser humano que todo el tiempo está aludiendo al encuentro, joder, es un mago, un poderoso hombre que a muchos nos ha enganchado porque nos ayuda a darle validez a nuestra sospecha metafísica, a nuestra inconformidad con ciertas estructuras, moldes aberrantes con los que crecemos desde chicos. Ah, Cortázar. Ah, bella Maga, qué bien se siente haberte encontrado. No seré un engreído. Prefiero disfrutarte con la ligereza de quien se deja fluir por el amor.

Aquí debajo hay un poema. Ojalá sea leído por muchos. Deseo legítimo que por primera vez tiene poco que ver con la vanidad. Con la imagen del poeta que escribe. Con el oscuro deseo de reconocimiento. Esta vez no. Esta vez tiene que ver con otros ánimos. Otros espíritus. Otros vaivenes electromagnéticos relacionados con la certeza de quien se ha encontrado.

VIVIFICAR

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Quien encuentre la interpretación de estos dichos,
no experimentará la muerte

INICIO DE "El Evangelio Según Tomás"
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Mi abuela me decía
que Dios no había creado el mundo
pero que sí existía
Dios existía
no era un Él o un Ella
ni había forma de representarlo
aunque sí de conocerlo.

Entonces se preparaba un té
y suspiraba
y me ofrendaba
una suave caricia
que siempre recuerdo
con un amor inusualmente verdadero.

Ella iba a la iglesia
más por mi abuelo que por ella.
Para mi abuelo era importante
desde niño era aficionado a la iglesia
y al beisbol
hasta que murió
murió amando a mi abuela
murió amando al pueblo donde nació
aquel perdido en la Sierra de Durango
del que siempre hablaba
mientras yo imaginaba cuentos
donde caballos, haciendas y sombrerudos
hacían lo suyo en aras de sabrosas ficciones.

Pero decía que murió.
“Murió tu abuelo”, me dijeron una mañana de Septiembre
antes de partir rumbo al colegio.
Era el comienzo de los años noventa
cuando faltaba tan poco
para conocer a Kurt Cobain:
.................................................. no viviría más aquellos cuentos
.................................................. tan serranos
.................................................. tan perfectos
.................................................. los cambiaría por distorsiones
.................................................. santas santas también.

Mi abuela no murió
a pesar de tener una tumba
junto a la de mi abuelo.
Ella no pudo morir
muy a pesar de su cuerpo
del que hay prueba fehaciente
profanemos su tumba para ver sus huesitos
por mi cuenta van
las palas y los picos
y el mezcal
por cuenta de ustedes irán los bailes.

Pero decía de mi abuela
esa mujer compasiva y feliz
que hablaba de Dios como una casa
y del mundo como un sueño
como una ilusión necesaria.
Ella estaba más que nacida
más que despierta
más que muerta
porque sabía abandonarnos
a nosotros
a los del mundo
su vecindario
los feligreses
sus hijos
su nieto poeta
aunque el abandono no era cosa de irse
sino otra cosa
distinta muy distinta
como reconocerse vieja y libre
sabia como cualquier otra persona
que sabrá reconocerse tarde o temprano
hija del mismo Padre Viviente
al que todos vivenciamos
con o sin conciencia clara de ello.

La vida le era más que un cuerpo
más que la memoria
y más que la energía.
La vida no le implicaba formas
mucho menos explicación
pero tenía certeza de ella
su mirada se expresaba en absoluto
un amoroso absoluto
de quien se sabe en casa
siempre siempre siempre.