24 junio 2005

alegoría


Yo te miraba desde el décimo piso, tal vez sexto, de una ventana azul o naranja, arqueándome despacito esperando alcanzarte; ibas de blanco mientras yo tocaba en el piano un blues de Robert Johnson, acá: negra el alma nocturna, contigo: hasta tu sombra parecía aclararse.


Y sucede que entre una Iglesia y esto no hay diferencia, tal vez a un nivel de logística, pero vamos, algo hay siempre de sospecha o inconformidad, también yo puedo mirar hacia abajo y ver a alguien que parezca contrario a mí y que por lo mismo sea yo y nos correspondamos, como miradas de bar, miradas de amor, miradas de juego, de oficina, de novela; si va de blanco yo oscureceré, a su vez bajará la mirada y verá a un negro; sé que allá arriba el viento me haría volar, allá arriba hay música.

Yo te miraba en acordes opuestos, caminabas y eso era como cambiar de página, siempre avanzando sin movimiento alguno; sé que podríamos darle círculo a la cuadratura, que tanto aquí como allá no existe diferencia sustantiva; si tan sólo voltearas a verme... si tan sólo...

Y sucede que esto no está bien, que debería haber más certezas, no una serie de cosas con signos y sentidos todos, significados, anacentrismas.

Acá: negra el alma, contigo, nocturna tal vez, y blanca.

21 junio 2005

Poema de Ponç Pons

Obituari

People change and smile
but the agony abides
T. S. Eliot


He anat a caminar pel camps fins a Son Bou
i he vist els trencs solcant l’enfront de Llucaquelba
Sota un cel generós perfumat de llentrisca
les figueres lliuraven enterra els seus fruits
Pel barranc verd d’Es Bec entre Ses Canessies
Son Boter dava a un mar d’un profund blau turquesa
Desterrades les aus orfe d’antigues dunes
Jo em pensava gelós que el paisatge era nostre
dins les síquies la gent llença llaunes i fems
Ara em tanc en la nit de Sa Rocassa i cant
amb amor tot allò que perviu d’aquesta illa
explotada que estim amb dolor de fill paria
Ja no hi ha vellmarins pels penyals de Fornells
S’omplen totes les cales de bars i de murs
La llum grega es tenyeix de renous asfaltats
L’idioma en què escric no l’entenen ni els morts

* * *

Obituario

La gente cambia y sonríe
pero la agonía permanece
T. S. Eliot



He ido a caminar por los campos de Son Bou
y he visto las grietas surcando la fachada de Llucaquelba
Bajo un cielo generoso perfumado de lentisco
las higueras entregaban al suelo sus frutos
Por el verde barranco d’Es Bec entre Ses Canessies
Son Boter daba a un mar de profundo azul turquesa
Desterradas las aves huérfano de antiguas dunas
yo creía celoso que el pasiaje era nuestro
pero la gente lanza latas y basura en las acequias
Ahora me encierro en la noche de Sa Rocassa y canto
con amor todo aquello que pervive de esta isla
explotada que amo con dolor de hijo paria
Ya no hay focas en los acantilados de Fornells
Todas las playas se llenan de bares y muros
La luz griega se tiñe de ruidos asfaltados
El idioma en que escribo no lo entienden ni los muertos
-Ponç Pons-

Bodegón de ensayo con poema

Yo sé que al momento de leer un poema no hay por qué tener expectativa alguna. Sé también que esta clase de lectura no sirve para llenar huecos, que como en esos otros lenguajes exquisitos, lo que me vale es la extrapolación, la comprensión más allá de lo racional, de lo lógico, de lo literario. La lectura de un poema generalmente exige el deslinde de las categorías. Llega entonces ese swing cortazariano de la (re)escritura que consiste en la fluidez cognoscitiva (simbólica, algebraica, metafísica, intuitiva, words, words, words...) de lo que se está escribiendo sólo que sin tanta palabrería de este tipo. Ese swing es un absoluto... absoluto-concentrado o concentración-absoluta, da igual.

Obituari es un poema que a la mitad de la lectura ya me estaba aburriendo precisamente por no cumplir con todo lo que he venido explicando. Me iba pareciendo muy descriptivo, con referencias desconocidas, melancólico a punto de turrón. Hasta que llegó el verso final que me descentró por completo, me extrapoló de mi prejuiciosa lectura. Le dio un sentido propio, pues, aunque de por sí ya lo llevaba, solo que en vez de ese oldie-sad-sense que yo entreveía, apareció un nonphysical-abstract-sense bastante apetecible que me hizo replantear el título, releer el epígrafe, percatarme que no había signos de puntuación.

Ponç Pons es catalán. Escribe en catalán. En su obituario imagina un viaje no corpóreo a través de los paisajes que desde niño creyó le pertenecían. Para que exista un viaje así él acepta que hay que nombrarlo (las palabras hacen vivir aquello perdido) aún así sea por medio de una lengua minoritaria como el catalán.

Hay aquí una doble sensación de soledad, de destierro. Primero, porque sus paisajes ya no son los mismos ya que no “se ven igual” que en aquellas épocas donde él los disfrutó (más infancia perdida...). Segundo, porque ni los muertos entienden lo que dice (él tiene cómo comprobarlo, él es un muerto), no logra hacerse entender, el catalán a quién le importa a estas alturas.

Sus sentidos son una limitante para el proceso comunicativo.

Entonces lo que le queda es recluirse en la noche (muere uno un tanto / muere uno un poco / encerrado de noche yo canto / ésta poesía no la toco, dijo Heiras Olivera alguna vez) y cantarle a lo que todavía sobrevive de su querido paisaje. No basta con el recuerdo, hay que verlo para saber que él mismo no se ha ido del todo, ese es su gran anhelo que no alcanza ni en la muerte. El poema es un juego de espejos con la nada, una doble sensación de vacío, una completa ausencia de esperanza, donde de nueva cuenta es con la poesía (el canto) que un poco de sí mismo todavía queda, flotando en el aire, surgiendo como swing, siendo eterno en el instante de lo absoluto, una instancia “menos-aquí”.

Again & again la poesía como camino hacia la libertad luego de probar con el idioma, el lenguaje, la modernidad, la muerte. El poema es una suma de argucias que signan a una nostalgia verdadera.

El siguiente poema es en respuesta al suyo:

I.
Pero el lenguaje, amigo mío.
También yo emprendo un camino
(el camino sin bordes, sin cuerpo del todo) ,
llego a San Miguel tomando la ruta más larga
que es por la ciudad de Paraíso, en Tabasco,
Chilapa y Tecpan se encienden de amarillo,
Xico tan vivo como las Azores,
Cozumel es frontera entre el recuerdo y la nueva ciudad.

II.
Bajo el cielo surca un torrente salino,
afluente mineral entre las rocas históricas,
cada piedra es el viento congelado de un ave,
a través de él un niño llega de prisa hasta la playa,
lo espera el silencio,
su regreso será cíclico.
Ah, espacio abierto
intervenido cada vez más por manos modernas,
conjurado por trazos hechizantes.
Dónde ha quedado esa amplitud
en que ni el horizonte nos parecía el límite.

III.
Después de la luz vino el pasiaje,
formamos alegorías

para arribar a lo que llamaríamos eternidad,
fuimos parias que en el mar nos encontramos
–sin llegar a tierra aún–
cada luna en viaje continuo nos hacía escribir,
era necesario nombrar para seguir en el juego.
Éste lenguaje
es el idioma etéreo
que los muertos entenderían.
Pero sigo confiando que no nada más ellos.
(...)Islómano declarado, se considera "menorquín hasta el tuétano emblanquecido de mis huesos" y afirma: "Ser menorquín es ser extranjero en todas partes / Ser menorquín es una enfermedad"(...)

PONC PONS

16 junio 2005

Zanahoriando

Mi novia ha decidido ponerme pruebas de escritura como ésta. Resulta que un día se acercó a mí y me dijo: "Tienes una hora para escribir un poema acerca de unas zanahorias piratas"; acepté encantado. Me puse a escribir y de pronto se me ocurrió deformar la estructura del soneto dejando sus oficiales dos cuartetos endecasílabos pero alterando sus últimos seis versos colocándolos en grupos de dos tomando como modelo la métrica 11/17: un endecasílabo seguido de un verso de 17 sílabas (los versos de distinta longitud son una delicia en Carlos Pellicer). Evidentemente este poema ha dejado de ser un soneto para volverse, más bien, un sonsoneto.



ZANA ZOCIEDAD


Con toda confianza... es Herdez
Frase publicitaria

Dispuestas a no convertirse en latas,
conquistando los campos y las huertas,
las grandes fábricas de enormes puertas,
se arriesgan las zanahorias piratas.

Van en naves porque no tienen patas,
hechas de bejuco, berro y hojas muertas,
frescos sombreros y espadas abiertas,
se juntan las zanahorias piratas.

Su discurso no admite a hombres con batas
que procesan comida en máquinas infestadas de ratas.

Su política es orgánica, advierten,
recostarse en lechuga y mostaza les divierte.

Les deprime un futuro de abrelatas
movilización social de las zanahorias piratas.

Poema de nombre largo

Hace unas semanas, a la par que Sofía cumplía un mes, estuve insoportable mandando mensajitos por celular, revisando mi archivo mental de fotos, escribiendo cartas sin respuesta, agotando las noches con mi novia en pláticas acerca del pasado. Nombres, anécdotas, risas, suspiros, relatividad, escritura. Entonces todo lo que escribí fue un mismo texto. Entonces todo lo que escribí iba precedido de un ENTONCES. Eternal sunshine of a spotless mind fue el himno visual de esos días: yo era Jim Carrey sólo que mejor vestido y echando el humo del cigarro mientras caminaba de noche por una calle estrecha, neoclásica, encharcada, tenuemente iluminada, enfundado en una gabardina sin rumbo preciso pero con una dirección bien enfocada. Había, pues, que matar a ese director: escribí este poema, se hizo la señal de la cruz sobre su rostro.




Poema de la habilidad asociativa ante las formas clásicas de recuerdo (poema que da muerte (pero también sentido) a tanto regreso eléctrico)



Como la sed como el sueño como el aullido como el llanto
tu boca tus labios tus dientes tu lengua nunca supe
veía tu carne blanca tus ojos verdes tu silencio
y luego nos desnudábamos y yo abría los brazos
como los muertos de un anfiteatro lado a lado juntos solos
iba a gestarse de nosotros el Universo y los siglos inmortales
que un suspiro que un pensamiento que un recuerdo
pueden frustrar
Salvador Novo, Never ever clever after ever.

I.
El gato nebuloso.
La percha silente.


  • STOP
Get away of love get away of the rythm n' blues.
Nada peor que andar bien Carol King.

II.
Pero
¿y por qué no?
si a un ritmo como éste lo que sigue es reirse con ganas
rythm n' laugh
laughing in love
now Lester Young
ritmo ritmazo rítmico be-bop:
la mano de este paseo
no escribe viendo hacia atrás
escribe capicuas que comienzan en ningún lado.

III.
Un gato silente
de percha nebulosa.

Para qué el olvido,
para qué el recuerdo,
las posibles respuestas se acaban,
entonces HABLAR será el sistema,
en portugués un minuto,
francés de toda la vida,
dejar de traducir:
einsam steht und rastet am Strande ein alter Mann,
y mi escritura caerá en lo optimista,
será testaruda en su sencillez
-tripledobleúpuntouniversalpuntocom-
escribiré cartas que nadie recibirá,
y por fin,
la percha del gato,
quieto me dará la espalda,
cerrando los ojos me dejará en paz unos momentos.

IV.
(Canta Diana Krall

the look of love is in your eyes,
como también lo hizo Dusty Springfield,
a beneplácito de Burt Bacharah.
Quisiera decirlo así de simple,
aprender algo del pop,
escribir en estado de sitio,
de espaldas a mi espalda,
el movimiento de las imágenes bien sucedidas o bien inventadas.

10 junio 2005

Éste vínculo manda a un texto publicado en otro blog que trata ese tan gastado tema de varias semanas atrás, ese tópico que agarré y al que le di vueltas escribiendo menos de lo que en realidad estuve pensando. Entonces la nostalgia, la mirada a lo lejos, Guanajuato en el espejo de Acapulco y el DF. Triada de posibilidades. Tercia de estrellas sin mar. Menage-a-troi de recuerdos promiscuos.

http://kinestesia.blogspot.com/2005/06/3-ciudades-trptico-dos.html